Los que somos de acción, nos cuesta ponernos en modo suspensión, parece como si esa opción no estuviera configurada en nuestro sistema operativo. Entonces nos dedicamos a rebuscar en cada uno de los rincones y, sobre todo, en los que no nos paramos el resto del año. A veces encuentras cosas, que no sabías que habías guardado, y las rescatas para retomarlas de nuevo. Y, otras veces, te pones a reactivar las que habías olvidado, porque se habían quedado debajo del montón de todas las demás. Eso nos ha pasado con nuestro blog, lo iniciamos con mucha ilusión, y no hemos sido capaces de mantener el ritmo que nos habíamos propuesto. Mil y una actividades se han interpuesto en nuestro camino, y me siento culpable, por no haber sabido ajustar los espacios y los tiempos, para que él tuviera el suyo.
En estos meses han pasado un montón de cosas, y realmente creo que merecería la pena contarlas todas y cada una de ellas. Unas son experiencias buenas, y otra no lo son tanto. Tengo que reconocer que, para mí, está siendo una etapa fascinante; yo la llamaría de descubrimiento, de inspiración. Pero creo que será complicado el poder hacer un resumen de todas, sería interminable. No sabría por dónde empezar, si por contaros la historia de todas las personas con sus proyectos e ilusiones, que han pasado por ANDA , o lo haría después de contaros las que he tenido la suerte de conocer en los networking, asociaciones, cursos, charlas, foros, y demás eventos, en los que hemos participado de una u otra forma. ¿Tenéis curiosidad? Os propongo que, si queréis saber más, os vengáis algún día a conocernos a ANDA CoWork, donde estaremos encantados de recibiros, y seguiremos compartiéndolos.
Hemos tenido la oportunidad de empezar a hacer realidad lo que decimos en nuestra presentación, de que somos un espacio que maximiza sinergias y crea vínculos, dando servicio a cualquier profesional que necesite un espacio, para cualquier faceta de su negocio, que tenga que ver con Relaciones Humanas.
Eso es lo que le da contenido y sentido a ANDA CoWork, tener la oportunidad de, a través de esas relaciones humanas y de esos proyectos, unos consolidados, otros en fase de gestación, y otros en fase embrión, el descubrir nuevas áreas e inquietudes para seguir explorando, y el poder compartir tus experiencias, ayudando al desarrollo y crecimiento de esos proyectos, el de los coworker que están de paso, y el de los que se quedan, porque eso es lo que enriquece el nuestro, el de ANDA.
Os recuerdo, como rezaba uno de los títulos de nuestro blog, el camino siempre es compartido, así que sigo manteniendo el ofrecimiento de compartir en estas líneas vuestras historias y aventuras, porque no olvidéis que estamos y existimos, gracias a cada una de ellas, y de las personas que las creáis. Tanto vuestras alegrías y logros, como vuestras pérdidas y fracasos, son también nuestros, y nos sentimos parte de ellos. ANDA CoWork no es solo un espacio de trabajo compartido, de coworking, a nosotros nos gusta decir que somos un espacio de cocreación, porque eso es lo que realmente hacemos, creamos juntos una realidad, y tenemos un resultado, nuestros proyectos y nuestros sueños.
Os queremos dar las gracias, y volver a deciros que estamos muy orgullosos de haber conseguido vuestra confianza, ¿aún no nos conoces?, ¿te gustaría conocernos?, pues atrévete a compartir parte de tu experiencia, con nosotros.
Y, como siempre, seguiremos avanzando, compartiendo, y construyendo, cada día, un nuevo pedacito de ANDA CoWork.